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Yo ganaré la guerra
El tiempo, matador de la imprevisión, fue el autor de la constancia. Constancia continua y tenaz, preñada de aviesas intenciones que usurparon la tersura y alegría de su rostro. Retiró la mirada del espejo, airada y rabiosa, y decidió que sólo perdería esa batalla. La guerra por la vida seguía su curso.
Cogió su chaqueta, unas llaves y cerró mecánicamente la puerta. El viento era helado y la luz tenue. Aspiró. Olía a frío. “Perfecto”, pensó. El invierno no dejaría entrar a la pereza. Y salió a vivir.
Autor de la imagen – Marisa Gabín Naveira
Autor del micro-relato – Elena Elena